VARICELA
La varicela es una enfermedad muy
contagiosa, característica de la infancia, producida
por el virus
varicela-zoster (VZV). La mayoría de los casos se producen en niños
menores de 10 años. La distribución de este virus es universal, y aunque hay
casos durante todo el año, se observa un pico de incidencias en invierno y en
primavera.
La primera vez que el virus infecta a
una persona se produce la varicela. Después, el virus se queda latente en el
cuerpo por un tiempo indefinido, y al cabo del tiempo puede reactivarse y
expresarse en forma de otra enfermedad más grave denominada herpes zóster.
Como se contagia
La
varicela sólo se transmite de persona a persona. El contagio puede ser por:
Contacto directo
·
Con las lesiones de la
piel.
· Por vía aérea, mediante
las secreciones que son expulsadas del tracto respiratorio al toser o
estornudar.
Contacto indirecto
· A través de objetos
contaminados (aunque esta forma es poco frecuente).
Al ser una enfermedad muy contagiosa,
que se transmite con facilidad, es
conveniente aislar al paciente para
evitar que contagie a otras personas.
Prevención
de la varicela
Existe una vacuna para la varicela.
La vacuna previene la aparición de la enfermedad hasta en un 80% de los casos.
De hecho, aplicar la vacuna dentro de las 72 horas tras la exposición al virus
es entre un 90 y un 100% eficaz para prevenir la enfermedad. Los objetivos
de esta vacuna son:
Evitar la propagación de
la enfermedad.
Evitar sus complicaciones.
El modo
de empleo de la vacuna de la varicela es:
En niños se administran dos dosis, una
a los 12–15 meses de edad, y la segunda a los 4-6 años. (Aunque puede
administrarse antes de los cuatro años, siempre y cuando hayan pasado tres
meses desde la primera dosis).
A partir de los 13 años, todos aquellos
que no se hayan vacunado, ni hayan tenido varicela, deben recibir dos dosis, con un intervalo de
cuatro a ocho semanas.
Efectos secundarios y
contradicciones de la vacuna de la varicela
Generalmente,
no provoca reacciones significativas en niños y adolescentes sanos. Presenta
unos efectos secundarios leves como son el enrojecimiento de la zona, dolor e
inflamación del área donde se aplica, así como mareo, cansancio, fiebre o
náuseas. Tras la vacunación, los pacientes pueden padecer una varicela causada
por la propia vacuna. Esta varicela aparecerá entre los cinco y los 26 días
posteriores a la inoculación del virus.
Aun
vacunándose, algunos niños pueden desarrollar a lo largo de su vida la
varicela, aunque presentarán un cuadro mucho más leve (menos de 30 vesículas) y
se recuperarán mucho más rápido.
La vacuna de la varicela está contraindicada a una
serie de personas:
·
Aquellas con antecedentes
de reacciones anafilácticas a algún componente de la vacuna.
·
Mujeres embarazas (de
hecho se debe evitar el embarazo en las cuatro semanas siguientes a la
vacunación).
·
La presencia de una
enfermedad grave, y en caso de un sistema inmunitario débil.
A
los grupos de alto riesgo que hayan tenido contacto con un enfermo de varicela,
y no puedan recibir la vacuna, se les puede suministrar una inmunoglobulina anti
varicela dentro de las 96 horas posteriores al contacto.
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